¿CÓMO MANEJAR EL ESTRÉS?

La crisis que estamos atravesando nos hace susceptibles a tener estrés en altos niveles, lo que se denomina como distrés (miedo intenso), el cual aparece como una respuesta ante una amenaza, sea interna o externa.

¡Cuidado! Un estrés mal manejado puede ocasionar exceso de pérdida de energía y además traer ansiedad, depresión, problemas de sueño, pérdida de confianza y sentido de invalidez ante los acontecimientos, pues es un factor capaz de influenciar en nuestro estado de salud, el estado emocional y el sistema inmunitario.

Aprender a manejar el estrés es fundamental para minimizar la presión y reducir sus efectos sobre nuestro organismo. Las siguientes técnicas te ayudarán a gestionar los momentos de mayor tensión y a vivir en armonía.

Existen técnicas que se pueden usar. Son fáciles de aplicar, económicas y solo requieren de voluntad, disciplina y deseo.

 

 MINDFULNESS:  

Es una técnica de relajación que te enseña a tomar conciencia plena tus emociones con el fin de eliminar la frustración o ansiedad que produce el no poder cambiar ciertas situaciones.

Esta herramienta te permitirá volver a tomar las riendas de tu vida, te empodera y encamina en lo que realmente quieres.

¿En qué consiste? Se trata de centrar la mente en el presente, prestando atención plena al aquí y al ahora, mediante la respiración. Poniéndola en práctica te darás cuenta que el cerebro humano tiene la capacidad para anticipar el futuro, lo cual te permitirá evitar posibles problemas o resolver cuestiones por adelantado, además de tener en cuenta sucesos del pasado para aprender de esas experiencias y si se quiere transformarlas. 

 

Ahora bien, si nos centramos en el pasado y/o en el futuro, ¿Qué pasa con el presente? ¿Cuántas cosas nos perdemos del presente por estar pensando y juzgando sucesos pasados? Por ejemplo, en la vida familiar se experimenta el hecho de no prestar atención al presente, dejamos de comunicarnos con lo seres queridos, no los aceptamos tal y como son y más bien creamos una ficción de cómo deberían ser o cómo recordamos que fueron.

La práctica de vivir en atención funciona para manejar el estrés, pues disminuye pensar en el pasado o en el futuro, te mantiene en el presente creando puentes entre las personas al mejorar la comunicación desde  la escucha. ¿Cómo, cuándo y de qué forma estás siendo consciente sobre  tu forma de escuchar, comunicar y confiar? ¿Por qué no escuchas? Esto es una aproximación básica, ya que esta técnica requiere un entrenamiento en el manejo de la respiración y detención consciente. 

  

 
APRENDER A ESCUCHAR PARA MANEJAR EL ESTRÉS 
Puede que por estos días no estés aplicando eso de aprender a escuchar al otro.  ¿Lo has hecho con tu esposo, tu padre o tus hijos? Ante una situación estresante con un miembro de la familia, lo primero es observar y respirar; inhalando y exhalando las veces que sea necesario antes de actuar. La verdadera libertad es el espacio que existe entre el estímulo y la respuesta que se puede elegir, de allí la importancia de tomar ese espacio. 
¡Continúa! Quédate allí respirando despacio, suspende voluntariamente tu voz enjuiciadora ante el otro, detente. Siente tu cuerpo, aquieta tu voz interna, contrólate, usa tu habilidad mental para focalizarte en solo observar, no hables, solo escucha atentamente, respira las veces que sea necesario. Después de detenerte visualiza las posibles respuestas ante el estímulo estresor y elige. Si realmente te detuviste a escuchar,  ganaste libertad al evitar una discusión y al poder procesar la información del exterior y de tu interior sin reaccionar en automático.
Esta es una aproximación a la escucha activa, necesaria para mejorar la comunicación y para abrir un espacio compasivo entre el tú y el yo, el uno y  el otro.
 
 
 
 
 
 

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