RESILIENCIA ¿QUÉ ES Y CÓMO DESARROLLARLA?

Aunque pueda parecer extraño, no tiene su origen en la psicología. Hasta hace relativamente poco era un concepto que se utilizaba en la ingeniería para referirse a la capacidad que tenían ciertos tipos de materiales para volver a su estado original una vez que estos eran deformados.

Por ello, vamos a explicar qué es, y te brindaremos claves para ser resiliente.

 ¿Qué es la resiliencia?
En psicología, es la capacidad que tienen las personas para recuperarse y mantener una conducta adaptativa después de haber vivido un suceso estresante. También podría ser entendida como la habilidad para mantener una actividad adaptativa de las funciones físicas y psicológicas en situaciones críticas.
Las personas que son resilientes tienen la tendencia a obtener mejor rendimiento de los acontecimientos vitales estresantes, incluso en ocasiones son capaces de aprender destrezas nuevas a partir de dichos sucesos negativos.
 
 A veces las situaciones son poco favorables y eso
es algo que no podemos evitar, sin embargo, sí podemos elegir cómo nos
sobreponemos ante ellas reconstruyéndonos para salir fortalecidos. Las
emociones que sentimos no son provocadas por las situaciones que vivimos, sino
por la 
valoración que hacemos de ellas

Por eso es importante analizar cómo estamos interpretando esa situación tratando siempre de buscar la forma más positiva de hacerlo. La resiliencia es una característica que todas poseemos, que incluye conductas, pensamientos 

 

 CLAVES PARA SER RESILIENTE
 
Tener conocimiento de uno mismo:
Es importante que nos conozcamos, tenemos que saber qué nos afecta de manera negativa y trabajar en ello. Debemos crear una imagen de nosotros mismos de capacidad y fortaleza que nos permita vernos con los recursos necesarios para gestionar situaciones adversas. 
 
Tener autocontrol emocional:
No se trata de no llorar o de no sentir, se trata de aceptar que podemos hacerlo. Tenemos que aprender a llorar, gritar, etc. Pero a la misma vez, tenemos que regular y encaminar estas emociones para poder fortalecernos.
 
Poseer control de impulsos:
Tenemos que aprender a detectar los primeros indicios de tensión para poder parar a tiempo los impulsos que se generan justo después del acontecimiento.
Si tomamos distancia de las situaciones tendremos la oportunidad de reflexionar sobre lo que ha pasado y podremos tomar decisiones que no generen consecuencias negativas.
 
 

 
Mostrar actitud positiva:
Tener una actitud positiva en el día a día es algo fundamental. Cuando nos pasa algo negativo lo vemos todo “muy negro” y pensamos que nunca más podremos volver a ser las personas que éramos antes de que nos ocurriese el suceso. Sin embargo, si analizamos la situación y la tratamos con fuerza y optimismo nos daremos cuenta de que todo pasa y de que no todo es tan terrible como nos parecía en un principio.
 
Aprende a crecer de los problemas:
Existe un dicho popular que dice que de todo lo malo se aprende. Debemos analizar lo que nos ha pasado, por muy malo que sea, y extraer un aprendizaje de ello. 
 
Tener sentido del humor:
Tener sentido del humor y reaccionar de manera positiva es muy importante. Una vez que el suceso estresante ha ocurrido y que no podemos hacer nada por evitarlo. ¡Aprende a reírte de los problemas!
 
Los japoneses ejemplifican la RESILIENCIA con la palabra “Kintsugi” que hace referencia a la reparación de objetos rotos de cerámica cuyas grietas son reconstruidas con oro. Cuando algo ha sufrido un daño, al repararlo se vuelve fuerte, resistente y mucho más hermoso.
 
 

  
Fuente:
https://www.psicoglobal.com/blog/resiliencia-como-desarrollarla
https://cuidadosamente.com/resiliencia-consejos-para-desarrollarla/
 

 
   
 

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