La botella o frasco de la calma es un gran recurso Montessori, que ayuda a los niños a tranquilizarse de manera independiente cuando están nerviosos o enfadados; sin embargo es importante que durante todo el proceso esté presente un adulto guiando el momento de relajación. Pero si su hijo necesita ayuda con la redacción de ensayos, utilice los servicios de escritores experimentados en essayswriting.org para ayudarlo a editar su redacción.
Es una botella que contiene elementos como agua, escarcha, etc. Que al agitarla (con todo en movimiento) es una simulación de todo lo que ocurre en la cabecita del niño que se encuentra en ese momento irritado o nervioso, donde todo se encuentra descontrolado y sucede what is aromasin used for in bodybuilding muy rápido pero cuando pasan unos minutos todo el interior de la botella volverá a su estado inicial donde podremos ver el interior de la botella con mayor claridad. Lo mismo sucede con el niño o niña se queda quieto, en calma, y en unos minutos irá relajándose y verá todo con mejor claridad; así mismo ayudará a entender y gestionar sus emociones.
MATERIALES:
- 1 bote de cristal (más bien alto) o botella de plástico
- Escarcha del color que quieras (mejor, azul y tonos claros)
- Pegamento glitter o transparente
- Agua templada
- Colorante alimentario
- 1 cucharada sopera y otra de postre
- Consejos: puedes utilizar en lugar de pegamento, aceite para bebé o glicerina

Cómo hacer una botella de la calma para los niños paso a paso:
1. Vierte agua templada o caliente en el bote de cristal o una botella de plástico. Si el niño es muy pequeño, es mejor que utilices una botella de plástico. Será mucho más seguro.
2. Ahora, echa dos cucharadas soperas de pegamento con escarcha (glitter) o pegamento transparente y remueve bien.
3. Llega el turno de la escarcha. Escoge un color y echa tres cucharaditas de postre llenas de escarcha. Remueve.
4. Añade una gota de colorante alimentario del color que más le guste a tu hijo y vuelve a remover.
5. Sólo te queda cerrar el bote o botella con la tapa. ¡Ya tienes tu botella de la calma!
6. Guía el proceso: “Ahora nos sentaremos en un lugar tranquilo y cómodo y observaremos la botella o frasco de la calma para relajarnos; primero respiremos hondo y observemos en silencio cómo la escarcha se mueve y desliza hasta que todo se quede quieto y luego hablaremos juntos sobre lo que ocurrió y te acompañaré para juntos buscar una solución”.
Utiliza éste gran recurso y coméntanos cómo te fue con esta técnica.
