Durante la enseñanza escolar, los niños y adolescentes empiezan a tener deberes para reforzar los aprendizajes escolares y ayudarles a poner en práctica técnicas de estudio es de vital importancia.
Los padres pueden ayudar mucho a sus hijos, principalmente, estableciendo que los deberes son una prioridad fundamental y ayudándoles a desarrollar buenos hábitos de estudio.
Siempre que un niño haga las tareas, es importante asegurarse de que su lugar de trabajo este iluminado, que sea cómodo, que tenga el material escolar, que se encuentre lejos de posibles distractores como la televisión, celular o juegos electrónicos.
Los padres deben centrarse en ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades de resolución de problemas que necesitarán para completar sus tareas escolares y muchas otras, animándolos a que si se lo realizan con su propio esfuerzo, conseguirán la confianza en sí mismos y el amor por el aprendizaje.

Asegúrense de que sus hijos entreguen los trabajos a tiempo e incentívelos a llevar un registro diario de los deberes, eso le ayudará, tanto al niño como a los padres, a saber exactamente cuáles son los trabajos que tienen pendientes y cuándo deben entregarlos.
Cuando un niño se queja constantemente que no entiende cómo hacer los deberes, es posible que haya cuestiones de mayor alcance, como los problemas de aprendizaje, el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) o las dificultades visuales o auditivas, que pueden estar interfiriendo en su progreso académico.
Es importante tener paciencia y actitud positiva, animen a sus hijos a pedir ayuda cuando lo necesiten y elogien el esfuerzo que ponen en práctica cada día.
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